Algo importante es la generación del mensaje. Muchas personas
publican a diario toda su actividad o parte de ella con el fin del que el resto
de personas se entere de que está haciendo. Lógicamente si el mensaje es explícito
y de interés, el lector va a detenerse a leer.
Por ejemplo si alguien publica en twit o estado de Facebook y
a los 5 minutos recibe 10 “me gustas”, significa que hay 10 personas
interesadas en la información, esas 10 personas son un público fijo para las
siguientes publicaciones (si está disponible para ellos). Si el siguiente
mensaje es muy interesante la periodicidad de los “me gustas” genera un mejor
posicionamiento del mensaje frente al resto de amigos. La credibilidad y la autoridad aumentaran
¿Pero qué pasa si el
mensaje es “interesante” pero no es claro?
Si el mensaje es interesante, ósea tiene relevancia, pero el
emisor de mensaje tiene pocos conocimientos de comunicación caerá en el obscuro
y perjudicial mundo del desprestigio. Dichos en términos más políticos, su autoridad y posicionamiento caerán
poco a poco.
El mensaje debe ser claro, sin utilizar muchas palabras,
atribuyendo el factor de sencillez que ofrecen las redes sociales.
¿Hasta qué punto hay
que dar información? ¿Calidad o Cantidad?
Todos han de estar de acuerdo en que hay que dar cantidad y
calidad, pero se han detenido al no saber cuento es mucho y como evaluó la calidad.
Para saber la cantidad de información que hay que utilizar,
la frase “la cantidad de información que
hay que publicar la establecen la propia audiencia” es la que se debe
aplicar, es decir, si tengo una audiencia de 1000 personas (seguidores o fans) y
publico un mensaje el cual dice “Luchare por la democracia” y recibo 1 me gusta
o retwit , sabré que a nadie le interesa que luchare por la democracia. Primero
reflexionare que no es momento de hablar de democracia, que para la gente es
aburrida y que virtualmente no hay problemas con la democracia; y segundo que
debo hacer una pausa para no desprestigiarme. Pero si el mensaje recibe 15 a
más interacciones sabré que ellos desean más información porque he dado al
punto sensible. Puede ser que mi siguiente twit sea “He descubierto que no hay garantías
de democracia porque…” y la misma audiencia vuelva a ser mi fuerte creando
interacción y provoque intereses en las personas. “Quien demuestra interés, se hace interesante”
Ahora, como saber qué información es de calidad y cual no.
Para esto necesitamos hacer un estudio de nuestra audiencia. Vale decir que Información de calidad está representada por
los actuales intereses de la población. No es lo mismo publicar en Ecuador,
en Perú o en Venezuela. Hacer un estudio significa detectar los puntos sensibles
e incidir en ellos. Por ejemplo si se piensa que en Ecuador no hay democracia,
hay que armar una estrategia para que el resto afirme que no hay democracia, si
ese es el punto sensible, de seguro será un éxito, y ocupara más del 4% de
interacción.
En redes sociales no es calidad por cantidad. Es cantidad
cuando me pida mi audiencia y calidad sobre la base de un análisis de mi
audiencia.
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